Violencia desatada: barristas de Independiente agredieron ferozmente a hinchas de Universidad de Chile
El duelo de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana fue detenido a los 48 minutos y posteriormente cancelado, luego de violentos enfrentamientos entre hinchas dentro y fuera del estadio Libertadores de América. La Conmebol analiza duras sanciones contra el club chileno.
El partido entre Universidad de Chile e Independiente, válido por los octavos de final de la Copa Sudamericana, terminó en un caos absoluto tras una serie de incidentes protagonizados por barristas de ambos equipos en Avellaneda. Los desórdenes comenzaron en la tribuna sur, cuando seguidores del cuadro universitario lanzaron botellas, palos, butacas y bolsas con líquidos hacia la hinchada local, lo que desató una reacción inmediata de los simpatizantes argentinos.
La violencia se trasladó rápidamente al interior del recinto, generando momentos de extrema tensión detrás del arco sur. Pese a los intentos del personal de seguridad por contener la situación, los disturbios se intensificaron, con quema de butacas y una lluvia de proyectiles que obligó a la suspensión definitiva del encuentro a los 48 minutos de juego. Afuera del estadio, la situación no fue distinta, con choques entre hinchas que dejaron en evidencia la falta de control en la organización.
Ante la gravedad de los hechos, las autoridades ordenaron el desalojo de la parcialidad visitante, aunque un grupo reducido de barristas de Universidad de Chile permaneció en el lugar y fue atacado por fanáticos de Independiente. Estos subieron hasta la tribuna superior y agredieron brutalmente a los chilenos, quienes intentaron huir saltando desde una altura considerable, en medio de un escenario de máxima tensión que quedó registrado en diversos videos difundidos en redes sociales.
La Conmebol evalúa sanciones severas contra el club universitario, que van desde fuertes multas económicas hasta la prohibición de que sus hinchas asistan a partidos internacionales como visitantes. Incluso, no se descarta la suspensión del equipo en competencias organizadas por el ente rector. El antecedente más cercano se vivió con Colo Colo, que fue vetado en Argentina tras los disturbios ocurridos en 2022 frente a River Plate y en 2024 contra Godoy Cruz, lo que refuerza la posibilidad de un castigo ejemplar.
